viernes, 10 de diciembre de 2010

TWO GALLANTS

TWO GALLANTS (2007)

Hoy me espera un día de mucho ferrete, porque me voy a dar un tute de los gordos rematando esta noche con dos conciertos por separado, que además y en este caso por suerte, nada tienen que ver entre sí. Por un lado a las nueve iré a ver a Woven Hand y su maquinaria de Americana oscura y por otro a la una de la noche (no me voy a quejar de este horario intespectivo, porque gracias a ello no me he comido la entrada con patatas) veré a Two Door Cinema Club y su indie electropop de espíritu optimista. Como decía, nada que ver la velocidad con el tocino. La manía de poner las entradas a la venta con meses de antelación, nos obliga a todos a adquirirlas enseguida por miedo a que luego vengan los 'ay ay ay's' típicos de arrepentimiento por no haberse dado cuerda, así que no me di cuenta de que coincidían ambos directos el mismo día, pero por fortuna, la única preocupación que tengo es si aguantaré el tipo físicamente y si no se me hará demasiado raro ver a dos formaciones tan distintas. En cualquier caso, para coger el toro por los cuernos y como desayuno de campeón, he decidido tomarme este disco antes de ir al tajo, porque me proporcionará la dosis suficiente de hierro y calcio que un aficionado a la música necesitado de un empujoncito para afrontar este tour de force, necesita. Como tengo la tonta manía de no brindar escucha alguna a los discos de las bandas que voy a ver en vivo el mismo día que vayan a tocar, pues he optado por el que es hasta la fecha el último álbum de este peculiar dúo de San Francisco (California). Tras un debut que logró una gran aceptación, este par de muchachos facturaron una continuación notable y un posterior lanzamiento que les consagró del todo a través de las canciones que componen su obra homónima compuesta por nueve canciones a cual más interesante, en las que prima un folk anárquico cantado con pasión, tocado con mucho ritmo, y con The Pogues como más clara influencia (a pesar de sonar muy personales), como demuestran piezas tan gratas como "The deader", que contiene todos los ingredientes que ensalzan a las bandas más clásicas de su honorable sello, Saddle Creek, es decir el elenco formado por Bright Eyes y alrededores, "Miss Meri", con esa guitarra rockabilly de su inicio y esa explosión contenido de percusión sublime, en la que para mí es la mejor canción del lote, por contar con una amable inyección de nostalgia, romanticismo y melodía en sus estrofas, "The hand that held me down", con una armónica que ilumina el camino de una barbarie folk perfectamente ejecutada a la conquista de los amantes de la parte complaciente y añeja del género, tanto que hasta deja un grato sabor a whisky casero en el paladar, "Trembling of the rose", bella canción que adorna un violín que la convierte en un lujo del reposo, lento, cercano, hasta desnudar sus almas como un par de corazones rotos que canalizan sus sentimientos en desconocidos abiertos a escucharles, "Reflections of the marionette", mi favorita del disco por su evolución lúcida y esa batería que vuelve a sonar radiante como un híbrido entre Neutral Milk Hotel y Violent Femmes, "Ribbons'round my tongue", en la línea de los The Rural Alberta Advantage más íntimos, encogiendo los exponentes para crear un corte emocional y sensitivo, "Despite what you've been told", enorme en su capacidad de alegría, tema más emblemático de este disco y quizás la mejor canción que han compuesto nunca, ideal para escuchar en una reunión con amigos en un monte alejado de la urbe y que podría encajar en el repertorio de Okkervil River o Blitzen Trapper (a los que por cierto descubrí cuando les trajeron de teloneros), "Fly low carrion crow", joya escondida en el vagón de coda, como una delicia tapada y que resulta encantadora en su profundidad de envoltorio frágil, y la furiosa despedida con "My baby's gone", que tarda en arrancar perdida en la experimentación pero que cuando por fin lo hace no deja títere con cabeza. Esta destilería de sueños sonoros está compuesta por Adam Stephens y Tyson Vogel, y su nombre se lo deben a un relato de odio y asco sobre la condición humana incluido en "Los Dublineses" de James Joyce.

2 comentarios:

  1. Ostia tio!! eso si que es aprovechar el tiempo tio.
    A los primeros no los conozco y de los Two Door Cinema Club me han hablado maravillas , a mi el disco no me acaba de comvencer aunque reconozco que tiene unos cuantos temazos pero en directo dicen que son la bomba , suerte.
    Si ves a mi amigo Luis le Nuit le das una colleja de mi parte , seguro que está por allí. Desde que los vió en el FIB no veas la brasa que da con ellos , es broma , pero eso si si le hablas de mi blog seguro que sabe de quien le hablas porque es muy cachondo con el temita.

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  2. Hubiera preferido que los conciertos fueran como mínimo de un día para otro, porque fue un tute bastante gordo y me voy haciendo viejuno, jejeje.
    Me gustan Two Door Cinema Club en disco, sin llegar a quitarme el sueño, pero me gustan, pero es que en directo ganan una barbaridad, me sorprendieron gratamente, la verdad. Estaba la cosa a reventar así que aunque hubiera visto a Luis Le Nuit, ni me hubiera dado cuenta, jajaja, pero eso sí, si coincido con él en algún concierto vamos que si le hablo de ti, es más le diré que de cachondeo con tu blog nada eh! que los bloggers somos gente peligroso, así en plan mafia y nos ponemos muy serios para defendernos entre nosotros, jajaja. Ahora en serio, me parece un tio muy majo, porque siempre que coincidía en algún sitio que estuviera pinchando aceptaba las mpeticiones de buen agrado y eso es todo un detalle.

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