viernes, 13 de enero de 2012

EEF BARZELAY

LOSE BIG (2008)

Se conoce que Eef Barzelay, ya sea en solitario o con sus Clem Snide, suele liarla bastante en directo, que se transforma en un autentico showman y que habla por los codos con el público dando rienda suelta a su irónico sentido del humor. Eso por lo que me han contado (Viktor y Viola, afortunados ellos), suele irritar a algunos y hacer las delicias de otros, como también pasa con el todavía más popular Micah P.Hinson. Yo no he tenido aún la gran suerte de presenciar uno de sus recitales sobre las tablas, pero puedo decir que sus discos sin embargo no tienen impuesta esa diversidad de criterios. Cuanto menos, bajo mi humilde punto de vista son una maravilla y dejan una sensación la mar de placentera. No obstante la unión de ambos mundos mentales del artista de Tel Aviv (Israel) afincado en Boston (Massachussets) y criado en Teaneck (New Jersey) dentro del seno de una familia judía, se unen en las letras de álbumes tan redondos como 'Lose big', su más emblemática obra al margen de su banda madre y la tercera y última en formato físico (en realidad tiene siete, pero las cuatro últimas han visto la luz solo a través de la red, en descarga directa, una de ellas en formato Ep. Además cabe decir que de sus tres trabajos oficiales, el segundo es una banda sonora, concretamente de la película indie 'Rocket science', la cual se alzó con el galardón a mejor director en el prestigioso festival de Sundance el año de su proyección).

Es esta una colección de canciones emocionantes que sin alejarse en demasía de los postulados de su proyecto principal si que aportan una visión distinta, más personal y apasionada si cabe, de esa mezcla de rock alternativo, alt-country y pop que les identifica. Diez temas y dos de propina (osease bonus tracks) que se cruzan entre cálidas guitarras, bellos acordes, dulces melodías y empáticas historias, en algún lugar entre Centro-Matic y los primeros Fountains Of Wayne. Barzelay crea un submundo íntimo presidido por el surrealismo con textos que hablan desde los planes futuros de una chica que se gana las abichuelas bailando en vídeos de artitas hip-hop que sueña con graduarse en medicina, el amor sumergible entre dos buzos o hasta de esguinces de tobillo. Todo un divertimento degustar sus letras y notar como en el fondo de ese humor hay mucha elegancia y seriedad.

Se abre 'Perder mucho' (título significativo a pesar de ser una apuesta segura) con su espléndida voz lloriquear sobre unos riffs distorsionados que dan las gotas de emoción adecuadas al que para mí es el mejor corte del lote, Could be worse", luminoso y apesadumbrado a partes iguales, con un estribillo sensacional, la simpática declaración de principios que supone "The girls don't care", donde explica que las chicas solo quieren una dulce melodía, alejarse de las complicaciones y el dolor de los victimistas y abrazar la pasión sin la necesidad de enamorarse debido a su autosuficiencia (o algo así), una canción cubierta de un ritmo contagioso, sensible a la par que directo, bien diferenciado en la excitación instrumental final, que bien podría pasar por su "I love the unknown" particular, "Take me", abrazando las coordenadas del folk desde su librillo de estilo más fiel, con una línea de guitarra formidable y entonando como un viejo trovador en un adorable registro vocal, "How dare they", que encajaría en la banda sonora de cualquier película reciente de Woody Allen pero también en el discurso más sombrío de Calexico o DeVotchka, "Apocalyptic friend", su dosis ligera de épica, narrando su visión sobre el fin del mundo con una coralidad que nos trae a la memoria a Band Of Horses y My Morning Jacket, la dócil "Numerology", con cierto deje setentero, una pieza magnifica que bien podría haber formado parte del 'Chutes too narrow' de mis queridos The Shins, el relato embriagador y desnudo de un estafador que ha perdido el alma oscura para abrir los brazos a la compasión, la enternecedora "Make another tree", estremecedora en su finura, canalizadora de sentimientos interiores, la homónima "Lose big", recuperando el nervio y el pulso rockero, esbozando la lucha de un músico entre el matrimonio y su pasión por la música (¿él, quizás?), "Song for Batya", una elegía hermosa y frágil de agudeza lírica y sonoridad moderada, y ese para de temas extra que os comentaba al principio, ya anteriormente grabados, uno "Me no", perteneciente a la banda sonora de 'Rocket science' y otro "I love the unknown", adaptación fiel del viejo tema incluido en el 'Your favorite music" de Clem Snide. Ideal despedida para un álbum perfecto.

Eef Barzelay estuvo acompañado en el estudio por Jay Cooper, Jared Reynolds (habitual bajista de Ben Folds que también ha trabajado en disco de Allison Moorer, Hayes Carll, Phil Lee, Todd Snider, Amanda Palmer o Chris Richards) y Joe Costa (batería en ruta y estudio de Ben Folds, además de ex-miembro de 39 Strips y Flick).

4 comentarios:

  1. wowwwwwww.... que conejo tan más peligroso jaja!! no quería dejar de poner un comentario porque aquí me ordeno más y ya adentrada al disco, permiteme decirte que es GENIAL, pues es uno de esos que te hacen sentir calor en tu interior, jaja no puedo decidir con totalidad cual podría ser mi favorita, sólo coíncido que es perfecto, me encantó la de Could Be Worse, Lost Big!! How Dare They... maravillas! y cuando ha sonado Apocalyptic Friend... graciaS, graciAS, gracIASSSS!! si que ha de ser muy bueno verles en directo! :)

    Ojalá no olvides escuchar "Beautiful" de Clem Snide, jaja que le podría quedar bien un paréntesis en el título, luego me acuerdo de decírtelo, quizá es por que el ritmo que atrapa besotes!

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  2. Si!! jajaja, es un conejo muy chungo, más astuto que Bugs Bunny, no hay duda XD
    Me alegra mucho que te haya gustado el disco, estaba convencido de que así sería.
    Lo describes muy bien, pues la sensación que deja al escucharlo es precisamente esa. Es cálido y reconfortante, uno de esos álbumes que sientan bien, que te calman y sensibilizan.
    A mí la primera me encanta, pero el resto mantiene el nivel de maravilla y aporta además una variedad magnifica. Los temas más lentos son una delicia.

    Espero poder verles en directo algún día, ya sea a Eef o a Clem Snide, pues como digo en el post, Viola y Viktor le han visto (en solitario y con la banda) y me dicen siempre que es toda una experiencia. Sulo también me dijo lo mismo ahora que recuerdo.

    Ya mismo me pongo "Beatiful", bonita :)
    Besos!!

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  3. Clem Snide nunca me gustaron demasiado querido tocayo. SIempre he preferido el peligro de 16 Horsepower, a la para mi excesiva docilidad de Barzeley. Cuestion de gusto supongo. De todas formas, y como siempre, sembrao en tu descripción y tu oratoria escrita saludos amigos

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  4. Uy! con la biblia hemos topado, apreciadísimo tocayo...yo soy un devoto total de Sixteen Horsepower, a los que considero uno de mis cinco predilectos de siempre XD.
    Mira que a mí los Clem Snide me gustan, pero en la comparación con la, para mí, mítica banda de David Eugene Edwards, pierden casi todos.
    Gracias por los halagos, tú si que estás sembrao siempre, bandido!
    Un abrazo!

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