miércoles, 24 de diciembre de 2014

SUFJAN STEVENS

GLORIA: SONGS FOR CHRISTMAS VOL.VI (2006)

Ya llegó la Nochebuena, bueno, el preludio matinal de ella, donde en nuestra mayoría, durante una familiar velada devoramos como si no fuera a existir un mañana, respetando las tradiciones y tratando de disfrutar de la compañía usando como excusa estas fechas conciliadoras. No voy a dar la paliza con lo mucho que respeto esta celebración y los recuerdos que me trae, cosa que hago cada año por estas lides, sin embargo si que como viene siendo costumbre en este día, recurro a mi querido Sufjan Stevens y su particular visión indie-folk de la cultura navideña, para compartir su agradable música y un texto sobre la misma que esta vez prometo no alargar hasta la extenuación, y amenizar la espera de esa suculenta cena a todo el que entre por aquí y le apetezca llevárselo al oído mientras prepara la mesa. El divertimento favorito del artista de la invernal ciudad de Detroit (Michigan), que hasta a día de hoy lleva editados diez álbumes de villancicos, a uno por curso y que han sido recopilados en dos tandas de cinco, me parece idóneo para esta melosa jornada, así que me pongo a la faena de contar tecnicismos y curiosidades de su concepción.

El primero, cronológicamente hablando, de la segunda camada de este material conceptual y el sexto en general, 'Gloria', se puede considerar uno de los más completos del lustroso lote. Grabado en Diciembre como el resto a excepción de su antecesor, 'Noel', que se creó en Julio de aquel mismo curso, ocho temas lo componen, de los cuales la mitad son propios y la otra mitad arreglos de piezas clásicas. Rodeado de amigos, como de costumbre, el estadounidense recurre aquí a algunas de las más aclamadas tonadas de la temática.

Comenzando por "Silent night" (que aquí se conoce como "Noche de paz"), escrito originalmente en alemán hace casi dos siglos por el sacerdote católico austríaco Josef Mohr y traducido al inglés varias décadas después por el entonces obispo de Florida, John Freeman Young, un corte dulce y melódico que lleva a su terreno con suma precisión, adornos preciosos y una armonía vocal tan cálida como la chimenea que abriga cualquier hogar americano de idílica zona residencial, "Lumberjack Christmas / no one can save you from Christmases past", la primera salida de su puño y letra, una simpática canción  interpretada a coro sobre la ternura de una acústica optimista y un violín de finalidad country, con un parón de frágil belleza a mitad, donde todo suena con admirable sensibilidad, "Coventry Carol", exquisitez que cuenta con la colaboración de la estupenda Marla Hansen, que pone su delicada voz al servicio del resultado óptimo de este villancico inglés del siglo XVI interpretado antaño por gente como Sting, , John Denver, Mark Lanegan, Suzzane Vega y Tori Amos, entre otros, "The midnight clear", tirando de recursos para convertir una idea pop de tintes psicodélicos en algo que no solo no desentona con lo demás, si no que se erige en complemento idóneo, "Go nightly cares", breve relectura instrumental de una composición de John Dowland, virtuoso del laúd en la época renacentista, "Barcarola (you must be a Christmas tree)", la más inspirada del repertorio, así como la más extensa en minutaje, emotiva, grandilocuente en su espíritu, con vientos, cuerdas y melancólicas notas de piano por doquier y las polifonías floreciendo progresivamente hacía la épica comedida, y "Auld lang syne", basada en una melodía folk tradicional de Escocia musicalizando un  ilustre poema de Robert Burns, recitado por primera vez en 1788 y que cierra esta excelente faena, que os recomiendo disfrutar junto a las que le precedieron y que anteriormente puse por aquí, 'Noel', 'Hark!', 'Ding! Dong!', 'Joy', y 'Peace'.

Para esta aventura discográfica dividida como he dicho antes en doce partes, el intrépido Sufjan contó con infinidad de músicos amigos entre los que se encuentran en este disco concreto, los hermanos Bryce y Aaron Dessner (ambos en los majestuosos The National), C.J. Camarieri (habitual trompetista de Fatboy Slim y ocasional de Beck y Dirty Projectors), Sayard Egan (corista de Phosphorescent, Ramona Falls y Castanets), Sonya Hofer, Gabriel Kahane (que cuenta con tres interesantes discos en solitario), Clara Klaus, Nathan Lightgow (bajista de Inlets), el sensacional violinista francés Olivier Manchon, Cat Martino, James McAllister, Richard Reed Parry (miembro de Arcade Fire y Bell Orchestre), Raymond Raposa, Sebastian Krueger, Elin, Ida y Lily Smith (trío familiar que forma parte de los excitantes Danielson), Alex Sopp (flautista esporádico de The National), Rosie Thomas (muy recomendable su carrera como solista, también), Brian Wolfe (batería de My Brightest Diamond) y la antes mentada Marla Hansen (violinista de Jens Lekman y con un fabuloso álbum publicado bajo su nombre, en el mercado).


2 comentarios:

  1. el burrito del Bel'en27 de diciembre de 2014, 0:31

    Como le gusta el vintage al Sufjan, y se le agradece. me hace creer que tuve unas navidades americanas en mi infancia... pero el scalestrix es una marca espanyola, no? Estoy contigo en lo bueno de estas fechas, el dia de Navidad es el dia mas seguro del anyo y da gusto darle buen rollo al extranyo que te encuentras por la calle y firmar la tregua, y encontrate con viejos amigos aunque al principio, al menos ami, la socializacion masiva me cueste un poco. En fin, que Silent night Holly night para ti tambi'en.

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  2. Maestro Burrino! cuanto bueno por aquí, y que risas con el efecto óptico porque de refilón leí tu pseudónimo de hoy y no sé porque entendí que ponía 'burrino de bel-air'! por la gloria del 'tio Phil', que flipado bastante, era un subidón de caché y glamour bañado en oropel californiano, habría sido un puntazo, aunque mucho menos oportuno que 'el burrito de bel'en'. Mágico.

    Pues yo siempre pensé que Scalextric era marca patria, pero sumido en la curiosidad, he buscado y leo que es inglesa! esto es pero que lo de Gibraltar...que se queden el peñón, pero que no nos quiten los inventos, corcho!
    Buenas carreras me echaba con mi hermano. Tenia el circuito en forma de 8 y dos Lancia 037, con luces y todo. Aún lo tengo por ahí en el altillo, hace mil que no juego, pero esas cosas deben conservarse. Buenos recuerdos.

    Hay que verle el lado postivo a estas fechas tan señaladas, cierto. Son coartadas consumistas y todo eso, pero algo bueno esconde, ni que sea la nostalgia de como las disfrutábamos de críos.

    Intuyo por las y's en vez de ñ's que andas por Eire. Pásalo muy bien por allí y ten una entrada de año cojonuda.
    Un abrazo grande!

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